No es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario.(Marcus Fabis Quintiliano)

Las amapolas del desierto

| 27.3.11

Las guerras ya no son lo que eran.

Es ya tanta poesía y tanta literatura, que una piensa si en algún informativo escucharemos:
" Al amanecer, con la tibia brisa del desierto, unos jovenes rebeldes empuñando sus espadas de hielo y azucena, libraron una danza ágil y etérea con las tropas del General Gadafi.
TRas un sonido de arpa, que musitaban los tanques, los jovenes tomaron el puesto de Gazisjha, antiguo Oasis donde se dice que la Reina de Saba pasaba sus tardes, contemplando los dátiles untuosos.
En esta escaramuza ágil y tenue, tan sólo dos soldados acabaron con amapolas en su pecho, y un río azulado de plomo recorriendo su sombra".

Pero hay Guerra en Libia, inocentes que seguirán muriendo, ambición, capitalistas y corruptos incómodos, pozos de energía, hipocresía y llantos, todos los días.

La verdadera desgracia es que ya no nos duele.

2 comentarios:

furun dijo...

Como siempre, lo dices increiblemente BIEN.

Dentro de poco y abundando en tu frase inicial, las guerras van a ser como lo de Gila.

Me imagino que esperarán a tener un cierto número de muertos y entonces dirán "hasta aquí hemos llegado, no se puede consentir este genocidio".

Y todos aplaudiremos a Obama y compañía.

Mi madre todos los días cuando vemos el parte por la tele me dice que va a llegar pronto el fin del mundo.

Io dijo...

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que llega a fingir que es dolor
el dolor que de veras siente.

Pessoa, 1931

A la última poesía que te leí.