No es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario.(Marcus Fabis Quintiliano)

Juntos podemos...

| 25.12.12



Las Sociedades Españolas de Atención Primaria, SEMG, SEMERGEN y SEMFYC, observan con enorme preocupación la situación de la atención sanitaria en la Comunidad de Madrid tras hacerse público el "Plan de medidas de garantía de la sostenibilidad del Sistema Sanitario público de la Comunidad de Madrid", promovido por el gobierno regional, y quieren ponen de manifiesto lo siguiente:

1. La primera obligación de los médicos es preservar y defender los intereses de los pacientes, por encima incluso de los suyos propios, y orientar todas las decisiones al bien común.

2. Hasta ahora los pilares del Sistema Nacional de Salud (SNS) se basaron en unos principios fundamentales de equidad social y solidaridad, como gran patrimonio colectivo y derecho irrenunciable de todos los ciudadanos, por lo que cualquier modificación de calado en el SNS debe nacer del consenso, tras el diálogo con los agentes sociales y los representantes legales y legítimos de los profesionales sanitarios; su principal objetivo, por tanto, debe ser la implicación de los profesionales sanitarios.

3. Existen numerosas pruebas que avalan que es difícil, por no decir imposible, poner en marcha cualquier tipo de reforma sin la participación activa de los profesionales, mucho más cuando estas reformas están fundamentadas tan solo en criterios economicistas y se orientan a escenarios que rompen el modelo basado en la universalidad y la equidad, que pueden producir pérdidas en la calidad y afectar especialmente a los más pobres, indefensos y vulnerables.

4. La legitimidad otorgada por las Urnas no puede convertirse en ningún caso en patente de corso para adoptar decisiones que afectan negativamente al conjunto de la sociedad, dificultan el acceso equitativo de los ciudadanos a los servicios públicos y ponen en peligro el futuro y la continuidad de las prestaciones sanitarias.

5. Las medidas anunciadas por parte del gobierno regional, y en su nombre por la Consejería de Sanidad, no aportan datos objetivos que permitan inferir la mayor eficiencia del modelo que se propone y ni siquiera existe ningún estudio económico que demuestre que se va a producir el ahorro que se proclama. En el documento se parte de premisas interesadas en objetivos poco relacionados con la calidad clínica y más con la gestión estrictamente economicista de los recursos.

6. Dichas medidas son arriesgadas, de eficacia dudosa para el fin que supuestamente persiguen, y conllevan la descapitalización irreversible de los recursos materiales y humanos del sistema sanitario público madrileño; por otra parte, suponen un expolio de los derechos adquiridos de los profesionales sanitarios.

7. La oferta que se hace a los profesionales de participar directamente en la gestión de los centros de salud es un "brindis al sol", pues les obliga a la creación de estructuras asociativas que en la actual coyuntura económica representan aventuras empresariales de alto riesgo y por consiguiente difícilmente financiables.

8. En el Plan no se detalla ni la asignación capitativa por paciente, ni los factores correctores a aplicar, ni las normas jurídicas a implementar sobre las relaciones laborales en las nuevas entidades... La lectura de tan escueto documento induce irremisiblemente sentimientos de inseguridad legal, laboral y profesional. Por tanto, es más que improbable que se generen solicitudes de adjudicación que provengan directamente de los profesionales.

9. Tomando en consideración la ausencia de datos objetivos que las apoyen, las entidades firmantes estiman que las medidas planteadas son arbitrarias y los ajustes presupuestarios una simple coartada para proceder a transferir la gestión de los centros de salud a organizaciones empresariales con ánimo de lucro. La Consejería de Sanidad emplea el eufemismo de "externalización de la gestión" y rechaza de forma beligerante el de "privatización"; sin embargo, más allá de disquisiciones semánticas, ambos términos implican exactamente las mismas consecuencias finales sobre la organización y la gestión de los centros de salud y el estatus laboral y profesional de quienes en ellos trabajen.


Por todo lo anterior, las entidades firmantes de este Comunicado manifiestan su oposición al Plan, que nace sin tener en cuenta a los profesionales sanitarios ni a los pacientes, y emplazan al gobierno regional a proceder a retirarlo y a entablar con los representantes profesionales un diálogo leal, sincero y sin posiciones predeterminadas, en aras de pactar las medidas que se estimen oportunas para los fines que se pretenden, pero evitando planteamientos rupturistas, radicales e irracionales.

| 15.12.12
Un día llegará el fin del mundo, si quereís llamarlo así, de forma individual no lo dudeís. A veces pienso, que es la certeza sobre este día lo que más nos preocupa, sin obsesionarnos.
Deseamos, compartirlo con toda la humanidad, como si la humanidad fuera una señora gorda con falda de cuadros escoceses, pelo teñido y labios pintados que nos pincha con su bigote al besarnos.
Pero este fin del mundo del que os hablo, es intrasferible, es único, de cada uno, como os digo podemos llamarlo el fin del mundo o la muerte a secas.
Imagino, mientras espero el metro, o leo comentarios absurdos y mediocres, cómo será el mío: un día normal, digamos, sin sol abrasante ni lluvía cerrada, un día normal  sin frio ni calor.Igual haya muerto ese día un actor, famoso, o un literato, igual ese día coman lentejas en la escuela de al lado, y la panadera de mi calle se haya puesto su lazo negro, seguirán andando y acelerando el paso los desconocidos ciudadanos cogiendo el metro.
Un día, en que los perros seguirán paseando por la calle, los arbolitos seguirán quietos, y nada parecerá inquietar a nadie, salvo  un vértigo profundo y naúseoso instalado en mi interior que escuchará el eco de la nada.
Quizá alguna amiga lea un día, en un periódico o en un cartelito unas letritas en relación al fin del mundo mío y diga:"Mira que chula la tía, que tuvo su fin del mundo sin hacer tanto ruido".
| 10.12.12




Un anciano en Gaza sostenía una pancarta que decía: Me quitan mi agua, queman mis olivos, destruyen mi casa, me quitan mi empleo, roban mis tierras, encarcelan a mi padre, matan a mi madre, bombardean mi país, nos matan de hambre, nos humillan, pero yo tengo la culpa: disparo un cohete en respuesta. El mensaje del anciano ofrece el contexto adecuado para el más reciente episodio en el feroz castigo a Gaza. Los crímenes se remontan a 1948, cuando cientos de miles de palestinos huyeron de sus casas aterrorizados o fueron expulsados a Gaza por las conquistadoras fuerzas israelíes, que continuaron llevando palestinos en camiones a la frontera durante años tras el cese al fuego oficial.




El castigo adoptó nuevas formas cuando Israel conquistó Gaza en 1967. Por la reciente publicaciones académicas israelíes (principalmente La novia y la dote: Israel, Jordania y los palestinos tras la guerra de junio de 1967, de Avi Raz) nos enteramos que el objetivo del gobierno era desplazar a los refugiados hacia la península del Sinaí y, de ser posible, al resto de la población también. Las expulsiones desde Gaza fueron llevadas a cabo bajo las órdenes directas del general Yeshayahu Gavish, comandante del Comando Sur de las Fuerzas de Defensa de Israel. Las expulsiones desde Cisjordania fueron mucho más extremas e Israel recurrió a medios tortuosos para evitar el regreso de los expulsados, en violación directa de las órdenes del Consejo de Seguridad de la ONU.



Las razones quedaron en claro en discusiones internas inmediatamente después de la guerra. Golda Meir, posteriormente primera ministra, informó a sus colegas del Partido Laborista que Israel conservaría la franja de Gaza mientras se libre de sus árabes. El ministro de Defensa Moshe Dayan y otros estuvieron de acuerdo. El primer ministro Levi Eshkol explicó que a los expulsados no se les podía permitir regresar, porque no podemos aumentar la población árabe en Israel, refiriéndose a los territorios recién ocupados, ya considerados parte de Israel.



De acuerdo con esta concepción, todos los mapas de Israel fueron cambiados, eliminando la Línea Verde (las fronteras reconocidas internacionalmente); aunque la publicación de los mapas fue retrasada para permitir que Abba Eban, embajador israelí ante la ONU, consiguiera lo que él llamó un estancamiento favorable en la Asamblea General ocultando las intenciones de Israel. Los objetivos de la expulsión quizá sigan vivos hoy día, y podrían ser factor que contribuyera a la resistencia de Egipto a abrir la frontera al libre paso de personas y productos proscritos por el sitio israelí respaldado por Estados Unidos. El actual aumento de la violencia estadounidense-israelí data de enero de 2006, cuando los palestinos votaron de la manera equivocada en la primera elección libre en el mundo árabe. Israel y Estados Unidos reaccionaron a la vez con un duro castigo contra los facinerosos y con preparativos para un golpe militar que derrocara al gobierno electo, el procedimiento de rutina.



El castigo se intensificó radicalmente en 2007, cuando el intento de golpe fue sofocado y el electo gobierno de Hamas estableció control pleno sobre Gaza. Ignorando las ofertas inmediatas de Hamas para una tregua después de la elección de 2006, Israel lanzó ataques que causaron la muerte de 660 palestinos en 2006, la mayoría de los cuales eran civiles (un tercio eran menores de edad). Según reportes de la ONU, 2 mil 879 palestinos murieron por fuego israelí de abril de 2006 a julio de 2012, junto con varias docenas de israelíes que fallecieron por disparos desde Gaza. Una breve tregua en 2008 fue cumplida por Hamas, hasta que Israel la rompió en noviembre. Ignorando ofertas de tregua adicionales, Israel lanzó la cruenta operación Plomo fundido en diciembre.



Así han seguido las cosas, mientras Estados Unidos e Israel continúan rechazando los llamados de Hamas a una tregua a largo plazo y un acuerdo político para una solución de dos estados en concordancia con el consenso internacional que Estados Unidos ha bloqueado desde 1976 cuando Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad a ese respecto, presentada por los principales estados árabes. Esta semana Washington dedicó todos los esfuerzos posibles a bloquear una iniciativa palestina para mejorar su estatus en la ONU, pero fracasó en virtual aislamiento internacional como es común. Las razones fueron reveladoras: Palestina podría acercarse al Tribunal Penal Internacional para denunciar los crímenes de Israel respaldados por Estados Unidos. Un elemento de la tortura incesante de Gaza es la zona de amortiguamiento de Israel dentro de Gaza, por la cual los palestinos tienen prohibido ingresar a casi la mitad de las limitadas tierras arables de Gaza. De enero de 2012 al lanzamiento del más reciente ataque asesino de Israel el 14 de noviembre, la operación Pilar de defensa, un israelí murió por disparos desde Gaza, mientras 78 palestinos fallecieron por disparos israelíes.



La historia completa es naturalmente más compleja y fea. El primer acto de la operación Pilar de defensa fue asesinar a Ahmed Jabari. Aluf Benn, editor del periódico Haaretz, lo describe como el subcontratista y el guardia fronterizo de Israel en Gaza, quien aplicó una relativa calma ahí durante más de cinco años. El pretexto para el asesinato fue que durante estos cinco años Jabari había estado creando una fuerza militar de Hamas, con misiles procedentes de Irán. Una razón más creíble fue ofrecida por el activista de la paz israelí Gershon Baskin, quien había estado involucrado en negociaciones directas con Jabari durante años, incluyendo planes para la eventual liberación del soldado israelí capturado Gilad Shalit. Baskin reporta que horas antes de que fuera asesinado, Jabari recibió el borrador de un acuerdo de tregua permanente con Israel, que incluía mecanismos para mantener el cese al fuego en caso de un altercado entre Israel y las facciones en la Franja de Gaza. En ese entonces estaba en vigor una tregua convocada por Hamas el 12 de noviembre.



Israel aparentemente aprovechó la tregua, informa Reuters, dirigiendo la atención hacia la frontera siria con la esperanza de que los líderes de Hamas relajaran su guardia y fuera más fácil el asesinato. A lo largo de estos años, Gaza ha sido mantenida en un nivel de mera supervivencia, encerrada por tierra, mar y aire. En vísperas del ataque más reciente, la ONU reportó que 40 por ciento de los medicamentos esenciales y más de la mitad de los artículos médicos primordiales estaban agotados. En noviembre, una de las primeras de una serie de fotos espantosas enviadas de Gaza mostraba a un médico sosteniendo el cuerpo achicharrado de un niño asesinado. Ésa tuvo resonancia personal. El médico es director y jefe de cirugía del hospital Khan Yunis, el cual yo había visitado unas semanas antes. Al escribir sobre el viaje reporté su apasionado llamado de solicitud de medicamentos y equipo quirúrgico desesperadamente necesarios. Éstos están entre los crímenes del sitio estadounidense-israelí y de la complicidad egipcia. Las cifras de víctimas del episodio de noviembre fueron más o menos promedio: más de 160 palestinos muertos, incluidos muchos niños, y seis israelíes. Entre los fallecidos estuvieron tres periodistas. La justificación israelí oficial fue que los blancos son personas que tienen relevancia en la actividad terrorista.



Reportando la ejecución en The New York Times, el reportero David Carr observó que “se reduce a esto: matar a miembros de los medios noticiosos puede justificarse con una frase tan amorfa como ‘relevancia en la actividad terrorista’”. La destrucción masiva se concentró en Gaza. Israel usó equipo militar estadounidense avanzado y dependió del apoyo diplomático de ese país, incluidos los usuales esfuerzos de intervención de Estados Unidos para bloquear el llamado del Consejo de Seguridad a un cese el fuego. Con cada una de esas hazañas, la imagen mundial de Israel se erosiona. Las fotos y videos del terror y la devastación y el carácter del conflicto dejan pocas pizcas restantes de credibilidad al auto-declarado ejercito más moral del mundo, al me nos entre las personas que tienen los ojos muy abiertos.



Los pretextos para el ataque también fueron los usuales. Podemos dejar de lado las predecibles declaraciones de los perpetradores en Israel y Washington. Pero incluso la gente decente se pregunta qué debería hacer Israel cuando es atacado por una andanada de misiles. Es una pregunta justa, y hay respuestas directas. Una sería cumplir la ley internacional, que permite el uso de la fuerza sin la autorización del Consejo de Seguridad en exactamente un caso: en defensa propia después de informar al Consejo de Seguridad de un ataque armado, hasta que el consejo actúe, de acuerdo con la Carta de la ONU, artículo 51. Israel está bien familiarizado con esa estipulación de la carta, la cual invocó en el estallido de la guerra de junio de 1967. Pero, por supuesto, el llamado de Israel no llegó a ninguna parte cuando se estableció rápidamente que Tel Aviv había lanzado el ataque.



Israel no siguió este camino en noviembre, a sabiendas de lo que se revelaría en un debate en el Consejo de Seguridad. Otra respuesta sería aceptar una tregua, como parecía bastante posible antes de que se lanzara la operación el 14 de noviembre. Hay más respuestas de amplio alcance. Por coincidencia, una se discute en el número actual de la revista National Interest. Los expertos en Asia Raffaello Pantucci y Alexandros Petersen describen la reacción de China después del amotinamiento en la provincia occidental de Xinjiang, en la cual multitudes de uigures marcharon por la ciudad matando a golpes a desafortunados (chinos). El presidente chino Hu Jintao rápidamente voló a la provincia para hacerse cargo; destacados líderes del círculo de seguridad fueron despedidos, y se emprendió una amplia gama de proyectos de desarrollo para abordar las causas latentes de la intranquilidad.



En Gaza también es posible una reacción civilizada. Estados Unidos e Israel pudieran poner fin a la agresión inmisericorde e incesante, abrir las fronteras y ofrecer medios para la reconstrucción; y si fuera imaginable, indemnizaciones por décadas de violencia y represión. El acuerdo de cese el fuego declaraba que las medidas para implementar el fin del sitio y los ataques dirigidos a residentes en las áreas fronterizas deben ser abordadas 24 horas después del inicio del cese al fuego. No hay signos de que haya pasos en esta dirección. Ni hay ningún indicio de una disposición estadounidense-israelí a anular sus acciones para separar a Gaza de Cisjordania en violación de los Acuerdos de Oslo, a poner fin a los programas de desarrollo y asentamientos ilegales en Cisjordania que están diseñados para socavar un acuerdo político, o en cualquier otra forma a abandonar el rechazo de las últimas décadas. Algún día, debe ser pronto, el mundo responderá al llamado del distinguido abogado de derechos humanos gazatí Raji Sourani, mientras las bombas de nuevo estaban lloviendo sobre los civiles indefensos en Gaza: Demandamos justicia y responsabilidad. Soñamos con una vida normal, en libertad y con dignidad.



Noam Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge (EEUU). La publicación de su nuevo libro, Power systems: conversations on global democratic pprisings and the new challenges to US empire –Sistemas de poder: conversaciones sobre las rebeliones democráticas mundiales y los nuevos desafíos para el imperio estadounidense–, está programada para enero.

















| 5.12.12
Votación Constitución :

"En el Congreso los resultados de la votación fueron los siguientes: votos emitidos, 345, afirmativos, 326, en contra, 6, abstenciones, 13. Los votos negativos correspondieron a los diputados del Grupo Parlamentario de Alianza Popular, Gonzalo Fernández de la Mora y Mon, Albero Jarabo Payá, José Martínez Emperador, Pedro de Mendizábal y Uriarte y Federico Silva Muñoz y al diputado de Euskadiko Ezquerra, Francisco Letamendía Belzunce."





Federico Silva Muñoz, que fue ministro de Obras Públicas cinco años (1965-1970) durante el franquismo y fundador de Alianza Popular, de la que fue presidente y de la que se desgajó después su Derecha Democrática Española.
Presidencia de Campsa, que compatibilizó con la vicepresidencia de Butano (1970-75). Desde Alianza Popular intentó tender puentes entre Manuel Fraga y Blas Piñar.
Consejero de Banesto
Definió su Derecha Democrática Española, que nunca tuvo representación parlamentaria, de partido de derechas. Criticó a UCD y, particularmente, al Gobierno de Adolfo Suárez por considerarlo débil, por pensar que había cedido sin contraprestaciones a la violencia en el País Vasco y por creer que había colaborado al "fraccionamiento" de España con el Estado de las autonomías. Llegó a comparar a ETA con el Partido Nacionalista Vasco.
Colaborador habitual del desaparecido diario El Alcázar, su teléfono fue uno de los que mantuvieron algún contacto con los militares sublevados en la intentona golpista del 23-F, según trascendió en las diligencias instruidas por el fallido golpe de Estado de 1981.-

| 1.12.12
Me encontré ayer con la muerte en la sala de espera. !Cómo había desmejorado esta mujer desde la última vez que vino a verme!.
Me comentó, que andaba fatal de la espalda, que la humedad le estaba matando, (cuando dijo ésto me miró a los ojos con sonrisa maliciosa).
Le tome la mano y se la apreté con fuerza , con cariño, esta mujer es un caso la verdad, y la aprecio mucho...su mano calida, y dura como las raices de un roble.
Estuvimos hablando de esto y de lo otro, de gente que conocíamos; ella es muy desmemoriada y acaba olvidando hasta los que se han ido..., al final le dije que tomara un paracetamol y que se pusiera una pomadita.
No sé qué me dió a entender que se iba igual con una amiga a un viaje a no sé dónde, muy lejos.
Le dí un beso, y le dije que ya sabía dónde encontrarme  si necesitaba algo.
Me dejo un lazo rojo, para que me hiciera una pulsera.
"Un lazo rojo, me dijo, para que te vea de lejos".
Lo he guardado en un cajón,debajo de muchos papeles, por si acaso.