No es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario.(Marcus Fabis Quintiliano)

¿Y Por Qué No?

| 8.1.10


Un día me dio por hacer una locura: montar un taller de poesía con un grupo de adolescentes (13-14 años) en un barrio de Iruñea donde cada fin de semana había alguna movida que acaba mal el lunes... Y empecé con este poema, que descubrí aquellos días por casualidad. Y les llegó.





No lo he olvidado nunca y tampoco a ellos pero sí olvidé cómo era, de quien era, qué decía en cada verso, me quedaba un recuerdo de "olor a existencia".





Ahora más que nunca, cuando lo he vuelto a encontrar, me quedo con él. Hoy más que nunca cuando la intransigencia y la intolerancia es lo más normal que tenemos, os lo dejo puesto en la puerta de la nevera, en la esquina de un armario o pegado al espejo de la entrada. El caso es no olvidarme, no olvidarnos de él cuando salga cada día, con todos a la calle, como de pequeña, juntos a la plaza.





Vicente Aleixandre


EN LA PLAZA





Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,

sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,

llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.



No es bueno


quedarse en la orilla


como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.


Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha

de fluir y perderse,


encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.



Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,


y le he visto bajar por unas escaleras


y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.


La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.


Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso denuedo,

con silenciosa humildad, allí él también transcurría.




Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.


Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,


un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,


su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.


Y era el serpear que se movía


como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,


pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.


Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.



Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,


con los ojos extraños y la interrogación en la boca,


quisieras algo preguntar a tu imagen,


no te busques en el espejo,


en un extinto diálogo en que no te oyes.


Baja, baja despacio y búscate entre los otros.


Allí están todos, y tú entre ellos.


Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.


Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,


introduce primero sus pies en la espuma,


y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.


Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.


Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.


Y allí fuerte se reconoce, y se crece y se lanza,

y avanza y levanta espumas, y salta y confía,


y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.




Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.


Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.


¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir


para ser él también el unánime corazón que le alcanza!

6 comentarios:

quecaro dijo...

ES muy preciosa.V.Aleixandre era poeta con voz de poeta, sus palabras y sugerencias no necesitaban escenarios fantásticos ,era su pensar así.

Es lo que siento cuando voy a una manifestación.
A mí me impresiona siempre durante momentos de silencio cuando alguién entona una canción, y es ese latir de todos los corazones emocionados de los qu estamos como miles de caballos, y se para el galope en seco y cambiamos de nuevo,en hombres y mujeres.
El pueblo unido.

Marieta dijo...

Qué bonic!!
Un beso chicas

Impe dijo...

¡Pero si en el pueblo de la foto, pasé los mejores días de mi adolescencia!

No diré nada del poema de Aleixandre, porque la foto me ha regalado poemas y recuerdos,que evocan con mas fuerza y mas sentimiento el sol ,la tarde,la lluvia o el rumor del viento.
Pueden ser poemas desordenados sin rima y aliterados,pero son propios.

Urte berri on

Moli dijo...

Quecaro y Marieta: Muxu handia
Impe: ya veo que me has pillado en el guiño. La plaza donde bullía la vida era "la de la fuente" pero en ésta que estaba en frente te regala la casa de los Santamaria. En realidad, el pueblo era una gran plaza, por el día lleno de experiencias y por la noche de estrellas y de horas sin reloj...

Noemí Pastor dijo...

Mu bonito. No he pillado qué pueblo es, pero me ha encantado la foto también.

Moli dijo...

Noe: Ribabellosa, Araba, cuando aún era un pueblo pequeño. MXK