No es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario.(Marcus Fabis Quintiliano)

Lo que sabemos y lo que callamos

| 11.11.08
Vivimos en una sociedad que va a un ritmo infernal, pero nos hemos adaptado a absorber información, la usamos, la reciclamos y mucha no se nos queda en el cerebro (menos mal!), pero hay muchas cosas que sabemos y que por mor de no meternos en líos, nos callamos y hacemos un mutis por el foro. Pondré unos ejemplos:

Sabemos que un compañero de trabajo es un manta en lo suyo pero ni a él, ni siquiera a los otros compañeros (igual algo en petit comité), les comentamos nada mientras apesta a corporativismo por todos los sitios.

Sabemos que el vecino del tercero es un desastre como marido y como padre y le hemos oído rebuznar en más de una ocasión, sobre todo cuando viene pelín cocido, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?

Sabemos que tal político, que en su vida pública presume de intachable moralidad, altas miras y unas actitudes siempre críticas para cualquiera que se aleje de los principios que rigen su partido, en la vida privada, como diría Groucho Marx, tiene otros. Principios digo.

Sabemos que ese comerciante del barrio está sometiendo a una explotación feroz a los inmigrantes que trabajan de sol a sol en su negocio, pero como es del barrio de toda la vida y otras excusas igual de peregrinas, somos Marcel Marceau, el mejor de los mimos.

Sabemos que cierto vecino, deportista de élite cuyo equipo está en horas bajas, suele frecuentar hasta altas horas de la madrugada ciertos lupanares, bien regados con líquidos espiritosos a juzgar por los regates que hace a la salida, pero claro, son jóvenes y han de divertirse, además de gastar lo mucho que cobran.

Sabemos muchos detalles de la vida de mucha gente, personas que influyen en otras personas y que con un cambio de actitud adecuado mejorarían su entorno, y quién sabe, incluso la sociedad en la que viven o que dirigen, pero como somos muy, muy DISCRETOS, y nadie nos ha dado VELA EN ESE ENTIERRO, callamos y otorgamos, callamos y salvamos el culo, callamos y damos vueltas a la cabeza sabiendo que una frase a tiempo podría ser como aquello de la mariposa que agita las alas y genera un huracán en la otra punta del mundo.

Con todo lo que hablamos, LA DE COSAS QUE NOS CALLAMOS!!!

Vuestro turno.

21 comentarios:

Triceratops dijo...

Pues sí, pues tiene usted razón y podríamos seguir diciendo "sabemos" en todos los ámbitos y para todas las personas.
¿Un ejemplo? Sabemos, por el tufillo que desprende, que el guardia civil que nos practica la prueba de impregnación alcohólica acaba de aplicarse al gaznate un chupito de orujo que ríase usted del whisky.
No se porque callamos, quizá yo lo haga porque de pequeñito mi mama me decía: "Trice, si no tienes nada bueno que decir de alguien, mejor no digas nada" es una dinosauria muy mirada ella.

Un saludo

Anónimo dijo...

Sabemos que hay más gente honesta que deshonesta pero callamos y aumentamos la pelota de la deshonestidad de todo el mundo.

Sabemos que hay gente solidaria que comparte su tiempo, sus mejores palabras de ánimo con los otros, pero callamos y sacamos a la luz a los impresentables.

sabemos que hay gente que espera hasta una hora para vernos a los sanitarios y que esperan estoicamente pero callamos y hablamos del que tiene prisas.

sabemos que hay amigos del alma, que curan las heridas, con pocas palabras pero callamos y nos regodeamos en hablar de dolores insanos.

sabemos que no somos nada importantes, que nuestra sencillez e ignorancia nacen de nuestro aprendizaje diario pero callamos y alardeamos a la mínima oportunidad de algo más de lo que somos.

Sabemos pero callamos

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Y añado todo lo que NO QUEREMOS saber porque pondría patas arriba nuestra vida y delataría lo gilipichis que hemos sido.
Así, NO QUEREMOS SABER que ese amiguete guay con el que nos echamos tantas risas, que nos manda bromitas por email y sms cachondos. Sí, ese con el que nos hemos tomado unas cuantas birras, y con el que quedamos aquella noche loca, jijí-jajá, de teletubbies... es un Hewlet Packard que nos ha vendido doscientas seis veces y volverá a hacerlo.
Muy buen apunte, sí señor.

Itsaso dijo...

Estoy de acuerdo, pero también es cierto que muchas veces las personas valen más por lo que callan que por lo que dicen. Pero ese es otro tema...

MiKeL dijo...

Eso Itsaso, "me gustas cuando callas porque estás como ausente", que es lo que le dijeron a la Reina en su palacio después de la cagada del libro. Tú siempre tan positiva. Por cierto que a ti no te he podido invitar a ser redactora de esto por que no tengo tu mail, lechón.

Anónimo dijo...

Creo que lo que dice Itsaso SÍ es este mismo tema. Por lo menos, una de sus derivaciones. Lo que pasa es que, por más vueltas que le doy, no encuentro ningún ejemplo de situación en la que alguien valga por lo que calla.
De hecho, ayer le estuve dando vueltas al dilema clásico: si sé que a alguien de mi entorno su pareja se la está dando con queso, ¿debo decírselo? Concluí que era mejor dejarlo correr... pero no creo que mi silencio me identifique, precisamente, como una persona valiosa.
En esos silencios hay un tanto de cobardía, pero un tanto aún mayor de comodidad. De nuevo, nos autoengañamos para no vernos frente al espejo. Esto sí que da para un libro entero: cómo nos blindamos y nos rodeamos de relaciones facilonas que no nos hagan plantearnos que, con bastante probabilidad, nuestra vida es una mierda pinchada en un palo.

jose.etxeberria dijo...

¡QUECAAARO! Esa palabras habría que enmarcarlas. FABULOSAS. Mikel, el limoncillo, se me quejó cuando puse la canción de Raphael "Hay mucho, mucho más amor que odio...y tal y tal" pero es verdad. Lo que pasa es que nos han enseñado a señalar los errores y no los aciertos... y así nos va. Y los capullos suelen hacer más ruido...pero, desde aquí, animo a que contemos aquello que hay de bueno y callamos por rubor.¡Que alguien haga un apunte así para iniciar las aportaciones, please, que me duele el bolo cantidad!

Anónimo dijo...

Incrementaremos la falsedad o la mentira de este mundo, pero veo que muchas veces vale más )para tu salud mental y tus relaciones personales) callar que ir de frente.

Anónimo dijo...

Kanif, creo que ocurre porque hacemos que lo considerado : bueno, positivo, estupendo, justo..lo dejamos plasmado en una o a lo sumo dos personas en la vida.

En cambio sa dificultad no la expresamos para señalar lo contrario: lo desagradable, injusto, malo, no deseable...siendo capaces de expandirno, y plasmarlo en muchísimas situaciones y personas.

Es como si en el fondo fueramos más paranóicos , y ese nucleo de persecución nos obligara casi a refugiarnos en "nuestra cueva" una pareja y dos más...y si esos dos o tres nos fallan !ni te cuento!.

Habría que empezar a proyectar ideas y valores positivos en los demás, y reconocerlos...y hablar de ello, porque como mancha de aceite se extendería....

Hablar de esa gente anónima que todos hemos encontrado en la vida y que nos hicieron o dijeron algo que no olvidamos, y no sabremos nunca devolverlo hasta volver a dar generosamente a otro lo mismo.

Y esto sin caer en la compasión timorata ni la caridad narcicista..así tal cual siendo buena gente con un par!

Un besazo Kanif

PD:
Callar en las situaciones de MIkel, es lo que se llama: educación.
Se supone que cada uno podemos estar en esas y otras más desdichadas situaciones parecidas.
Si veo a alguién poner los cuernos, o si considero que es un manta, o si veo que le he pillado en un renuncio, mentira, fabulación..etc...me callo, porque ni soy Robin Hood,ni el Juez Dalton.
Hay que reconocer que nadie es perfecto, empezando por nosotros mismos.
Ahora, si veo que ese tipo de actitudes o situaciones, crean un daño innecesario hacia otro, hablaría...
Creo que hablar o no hablar iría intimamnte unido a un daño.

Callar puede ser también una señla de respeto hacia los demás.

Son las cosas de la con.vivencia.

Moli dijo...

Como es increible y apasionante el momento que estoy viviendo, voy a hablar desde ahí. Me temo que ni las palabras que decimos ni las que dejamos de decir son significativas sino la intención en cualquiera de las expresiones o no. Cuando una realidad, una persona, una circunstancia concreta te CONMUEVE comienza tu creatividad a ponerse en acción y te saca de ti momento a momento. Todo lo demás son justificaciones y para eso, aunque haya muchos jueces alrededor con sentencia condenatoria o absolutoria, sólo tú eres quien aporta la carga definitiva de la prueba. Muxuak

Moli dijo...

Hace días he abierto un blog. Ésta novata tímidamente, os invita. Y éste si que es mío ya, es... "un simple latido"

Anónimo dijo...

¿Lo que callamos? Pero si vosotros no calláis, ni sumergidos en una pecera con tapa.
Es verdad que la mayoría de las veces los problemas se encallan o se enquistan por no hablar a calzón bajao, o por defender antes lo nuestro que lo colectivo, o por no tener que enfrentarnos al intransigente de turno, o simplemente, por no perder el trabajo.
Todo eso es cierto y es cierto, que cuando saltamos es porque tenemos los huevos cocidos, o escocidos diría yo, y en ese momento, por lo general, lo hacemos de forma desproporcionada y a destiempo.
Lo hacemos de esa manera, porque los paradigmas político sociales o culturales, en un porcentaje altísimo de sus actuaciones y expresiones nos invitan a funcionar de esa manera.
Algunos creemos en la racionalidad, la generosidad, la solidaridad, las listas abiertas, la honestidad y otra serie de consideraciones que nos hacen enmudecer, porque cuando tímidamente las planteamos, nos suelen responder que son obsoletas.

javi dijo...

Quien calla otorga.
Si deseas entender a una persona no escuches lo que dice sino lo que calla.
Gran cosa es saber callar.
Quien calla, de angustias su alma guarda.

Callar y cotillear. Callo por mi propio o por ajeno interes para no hacer daño o adquirir beneficio.
Cotilleo, y medio calumnio para meterme en la vida ajena.
No suelo calificar a los demás y me jode que me califiquen a mi.
Si alguien delante mio está calificando a otro ausente, yo enseguida le corto.

MiKeL dijo...

Ya veo que por aquí, entre mucho charlatán incorregible entre los que me encuentro, hay gente que sabe callarse cosas, unas veces por precaución, otras por educación, las más por dejación, o sea, que "porsica" en ciertas situaciones mantenemos la boca cerrada, no vaya a ser que con nuestras palabras cambiemos la actitud del de enfrente, ya sea para bien o para mal. Tenemos una poderosa arma defensiva-ofensiva, esa que sale del área de Broca del cerebro, el habla, pero nos andamos con remilgos a la hora de ponerle las peras al cuarto al fulano, y hasta si me apuráis, callarnos ante algo que nos parece positivo... no vaya a ser que el halago debilite.

Luego nos quejaremos de falta de atención, lloraremos con el "por qué no me dijiste nada si me estaba metiendo en un lío", entonaremos el "¿y tú te dices amigo mío?, pero eso sí, seremos muy educados, muy discretos y de colegio de pago (en huelga hoy, por cierto, y que daría para una buena bronca en el blog). A ver, a ver, voy a buscar una palabra para eso:

farsante.

(De farsar).

1. adj. coloq. Que finge lo que no es o no siente.

Anónimo dijo...

Eso que dices Mikel de decir:"no me dijistes nada..."
Me parece de un borrico tremendo!
¿cómo se puede sugerir tal cosa?

También es muy bueno equivocarse y aprender ¿o no?

MiKeL dijo...

Es bueno, muy bueno, equivocarse y aprender y pero muchas veces por eso de la discreción, los que tienes cerca no te avisan de lo que ell*s ven claro, que ese con el que andas es un petardo, un Hewlett-Packard que decía JV.

Estas cosas suelen pasar mucho con los amoríos, cuando los que te quieren más cercanos ven claramente que tu elección es del todo fallida, pero por no quitarle la ilusión al peque, no le dicen que esa persona es más falsa que un billete de 25 €.

Hablabas de educación y podemos hablar de instrucción, o sea, de aprender también en cabeza ajena porque un kamikaze con experiencia es un mal kamikaze.

Anónimo dijo...

En lo más cercano, creo sinceramente que todo iría mejor si nos comunicáramos más, y eso implica hablar. Supongo que todos nos hemos encontrado en más de una ocasión con malos entendidos que podían haberse evitado hablando y explicándose. Cosas de parejas, de amistades, de compañeros de trabajo…. Las hay a montones!!
El problema es que muchas veces decimos lo que no toca y nos callamos lo que tendríamos que decir y vamos acumulando mala leche y rencores.
Tiene razón Sonia en que no hace falta ir por la vida de Robin Hood, ni metiéndonos en terrenos pantanosos que no controlamos, pero pienso que muchas veces nos callamos por pura comodidad, para evitar implicarnos en más líos de los que consideramos propios. No se trata de ir por la vida a pecho descubierto, sin valorar las consecuencias, pero a veces hay que hablar, aunque te la juegues, mirad el caso de Malalai Joya, Roberto Saviano, o tantos anónimos que son represaliados por decir lo que piensan. Chapeau, para todos ellos!!
En resumen, que, aunque con muchas dosis de sentido común, y contando hasta diez o hasta cien para medir lo que decimos, a quién se lo decimos y como lo decimos, más vale no callarse si consideramos que es importante hablar.
Es un caso extremo, pero esa excusa de no intervenir en la vida privada de los otros y callarse, puede tener consecuencias desastrosas. Seguramente más de uno se habrá arrepentido de la “discreción” que le llevó a no intervenir al escuchar una pelea violenta de una pareja y acabó con una mujer muerta o en el hospital.

Anónimo dijo...

Mikel: ¿y cuántas veces se alegra una de no haber dicho :sí, cuando alguién te contaba que su pareja era un tal y un cual, que era un asco vivir con él, y que se separaba porque había encontrado a no sé quién...y al cabo de una semana les veía enamoradísimos y amantísimos??
Y una se dice: "!qué bien que no dije: qué razón tienes es un imbecil!! qué bien que me callé"

En lo que comenta Marieta, totalmente de acuerdo, creoq que la diferencia es si nuestro silencio es complice de un daño o no.

El otro día delante de una señora, pensaba:"Qué bien que la telepatía no funciona, porque si no sería terrible ver lo que piesno de ella"

La educación, decía mi abuela, es lo más parecido a la hipocresía.
El callar es por educación..osea que podeís seguir la deducción.

Más o menos.

Creo de todas maneras, que como en todo, el callar en el momento oportuno, y el hablar cuando se requiere es todo un arte.

El arte de tener sentido común.

balen dijo...

Javi, me he quedado con tu post:
"Quien calla otorga.
Si deseas entender a una persona no escuches lo que dice sino lo que calla.
Gran cosa es saber callar.
Quien calla, de angustias su alma guarda."
Pero me parece contradictorio porque creo que los 3 últimos párrafos desbaratan el primero.

Quien calla no otorga absolutamente nada. Simplemente calla. Es más, yo diría que a veces calla por eso de 'por la paz...'

Con respecto al resto del post, totamente de acuerdo.

Un saludo.

javi dijo...

¿ Y el llamado silencio administrativo no es otorgar ??

Io dijo...

Aquel día once, a las once horas, del mes undécimo

...Fue la primera gran locura europea del siglo XX. Las víctimas británicas en el campo de batalla ascendieron a 886.342 muertos.
...
Un grupo de europeos lúcidos y generosos se levantaron en los años cincuenta para decir "basta" y reconstruir un continente en paz que se ha alcanzado con muchas dificultades con la Unión Europa que muestra una Europa de convivencia por primera vez en muchos siglos. Quienes estamos a favor de que perdure la Unión Europea no pensamos en términos económicos o políticos. Nos importa que Europa evite la guerra que ha sido su estado natural en su larga historia.
...
Helmut Kohl lo dijo en una conferencia pronunciada en Lovaina en sus últimos tiempos como canciller alemán: el objetivo de la unidad europea no es otro que evitar las guerras entre europeos en el siglo XXI.

Invito a leer el texto completo de Lluís Foix en
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20101114/54069544994.html

Mikel, me puse en esta entrada por la fecha, no logré ninguna del 11/11 en ningún otro año.

Te pido que me disculpes por ello.
Gracias.