No es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario.(Marcus Fabis Quintiliano)

Intuición, sentido del humor,capacidad de pasar página y .....Resiliencia

| 17.8.10

Una fuerza interior que impregna todos y cada uno de nuestros genes y que Rojas Marcos, al igual que otros psicólogos y psiquiatras, ha dado en llamar "resiliencia", un anglicismo que han tomado prestado de la Física, donde se usa desde hace tiempo y que remite a la capacidad de un objeto de encajar un golpe sin romperse.

"Resiliencia" es, pues, elasticidad, resistencia, superación...aplicada a los objetos, y "una simbiosis natural y única de flexibilidad, resistencia, adaptación y recuperación" que los humanos tenemos para combatir la adversidad.

Es "la poderosa capacidad humana de encajar, resistir y superar la adversidad", escribe Luis Rojas Marcos en su último libro, "Superar la adversidad. El poder de la resiliencia", editado por Espasa.

"Mi propósito es informar a las personas sobre la capacidad que tenemos de sobrevivir, de superar la adversidad e, incluso, de sacarle algo positivo", afirma el que fuera jefe de los servicios de salud mental, alcoholismo y drogas del municipio de Nueva York y director de su Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos, entre 1995 y 2002.

Seis son los pilares que, cuenta en su libro, soportan la tan poderosa fuerza de supervivencia que es la "resiliencia", y que permite al ser humano plantar cara a algo de lo que ninguno se libra: las desgracias.

Las conexiones afectivas con quienes nos rodean, las funciones ejecutivas -el autocontrol, la energía vital son dos ejemplos de ellas-, el centro de control interno de nuestras vidas y decisiones, la autoestima, el pensamiento positivo y las ganas de vivir son esos seis pilares que, en cada persona, son más o menos firmes.

"Tener una familia, un grupo de amigos, pertenecer a un club o a una determinada religión puede ayudar a superar la adversidad, porque de ello se puede recibir solidaridad, apoyo y ganas de vivir", apunta este sevillano emigrado a Nueva York en la década de los 60 del siglo pasado, ciudad en la que desde entonces vive y ejerce la Medicina .

Rojas Marcos habla del sentido del humor, de su importancia para hacer frente a las crisis, inevitables en la existencia. "No sirve de mucho -dice- cuando el barco se está hundiendo, pero sí más tarde, cuando te das cuenta de lo que te ha pasado. Ayuda a digerir algo tan trágico como la muerte".

Y cuenta una anécdota personal. "Antes de que mi madre muriera, por una cuestión práctica y de respetar su voluntad, le pregunté si prefería que la enterráramos o que incineráramos su cuerpo. Su respuesta fue, con una sonrisa: sorpréndeme".

También habla de límites a la hora de soportar el sufrimiento -"tenemos un límite, claro que lo tenemos", insiste-, y asegura que, en general, "no soportamos más de dos grandes tragedias en nuestras vidas".

Dos adversidades serias, de esas "que conmueven tu vida, de las que amenazan tu equilibrio mental o físico e, incluso, amenazan la existencia. Tocamos -insiste- a dos de media". Tragedias como la muerte de un hijo o de la pareja, un grave accidente o una enfermedad como el cáncer. O desastres naturales como un terremoto o una inundación. Aunque, afirma, estamos más preparados para soportar las segundas que las primeras.

"Es excepcional -insiste- que una persona aguante mucho sufrimiento y se mantenga equilibrado".

Ante el infortunio, Rojas Marcos enumera en su libro "mecanismos protectores", como la intuición, el sentido del humor o la capacidad de pasar página, y enumera los cuatro "venenos" que nos hacen especialmente vulnerables ante las calamidades: el pánico, el aturdimiento, la depresión y el estancamiento.
Depresión que no hay que confundir "con esa tristeza normal que no debemos dejar que nadie nos la robe, porque es sana y normal. Cuando, por ejemplo, nos quedamos en paro o si se muere alguien querido. La depresión es otra cosa. Es una enfermedad que durante el tiempo que dura te cambia por completo, te convierte en otra persona".

Pero a lo que peor hacemos frente, según su opinión, es a la incertidumbre. "Tenemos hoy -asegura- una mayor resistencia a situaciones de incertidumbre. Nos ponemos muy nerviosos cuando ocurre alguna cosa que resquebraja nuestro sentido de futuro. La incertidumbre es ansiedad, pánico en mucha gente. Y la vida -concluye- si algo es, es incertidumbre".

9 comentarios:

Moli dijo...

Añado alguno más: empatia, ternura, capacidad de escucha, confianza, frescura y trasparencia, silencio interior. se me ocurren... Conocía el término y se aplicaba a los jóvenes solamente... ya,ya

Txolarte dijo...

En mi opinión, acepto el término resiliencia solo para los materiales, aunque la RAE me ponga en búsqueda y captura por criticar tanto sus decisiones.
Los materiales, tienen unas características, sino idénticas muy parecidas, en igualdad de circunstancias se comportan de modo parecido. Pero los humanos ¿creo? que podemos aproximarnos en nuestras formas de actuar incluso por puro mimetismo, de hecho provenimos del mono ¿o vamos hacia él?
Me parece muy interesante y bien explicado, en cambio cuando pienso en la cantidad de conmutaciones que puede generar el cerebro , dependiendo de la relación que tiene con el motor(propiamente dicho)y de las circunstancias personales de cada persona física, no sé qué decir.

sonia dijo...

Txolarte:
Concuerdo contigo, en lo que dices, es interesante pero cada cual tiene su resiliencia como tú muy bien dices, según sus circustancias.
El concepto me parece interesante, ya que antes se solía tildar de "patológico" algunos comportamientos que se mostraban como resilientes.
En lo que veo a mi alrededor, ante una enfermedad como el cáncer se suele adaptar la postura de lucha, oigo muy a menudo: hay que luchar, duro, a luchar , pela fuerte contra...este concepto es interesante porque viene a despertar esa fuerza de :resistencia, de concentrar nuestras habilidades, energías en nosotros para actuar de acuerdo a esas circustancias adversas, reconociendo y haciendo la diferencia entre tristeza y depresión. Creo que viene muy bien, porque se resiste desde la aceptación, y se lucha ,en muchas situaciones ,desde la negación.
Resistir es vencer.
Un abrazo.

Moli:
Se aplica este concepto en psicología social, en pedagogía, como tú dices, en geriatría.....
Un beso guapa.

Io dijo...

XLIV

Todo pasa y todo queda,

pero lo nuestro es pasar,

pasar haciendo caminos,

caminos sobre la mar.

A. Machado

Serrat & Sabina (2007)

Txolarte dijo...

¿Resistir es vencer? Seguro que así debería de ser Sonia, no obstante, te cuento el caso de mi mejor amigo.
Perdida del trabajo, apoyo familiar sin condiciones, colchón económico simplemente adecuado porque trabajan los dos, piso pagado, ninguna deuda mencionable, y convencimiento de que el mundo tiene muchas posibilidades a pesar de la edad.
Pasa el tiempo y se da cuenta de que algo extraño ocurre a pesar de su amueblada cabeza. Todos los días fumando en el balcón a las tres de la mañana, sin ganas de dormir ¡no es normal!
Afortunadamente apareció el curro y todo cambió, pero de vez en cuando, le pregunto a mi mejor amigo ¿y de no haber sido así?
Por cierto, en el museo de Bilbo, he visto la obra sobre los toros.
El picador de Zuloaga, Botero con su no expresión, y uno de un tal Francís Bacón, me han vuelto firme en mis posiciones, el motivo, no se convierte en arte por si mismo.
Saludos y mucho ánimo, ¡que ya llegan las fiestas de Bilbo!

sonia dijo...

Txolarte:
Ves casos de personas con situaciones complicadas y que duermen bien. Otras que nos parecen menos complejas, y no duermen. Quizá haya crisis personales que necesitan ,además de una situación económica estable, la posibilidad de encontrar personas que sepan escucharle: sin dar consejos, sin juzgar....igual va por ahí.

¿Viste la exposición de Balenciaga?

Hace muchos años, vi una exposición de grabados de Goya sobre toros, y me gustó.
Quizá sea difícil de que te gusten los toros o disgusten por lo que se vea en un cuadro.
Vamos, ni por esas ;-) ¿no?

UN abrazo.

Txolarte dijo...

Va por ahí , pero con un pequeño matiz:
Rojas Marcos dice:
Depresión que no hay que confundir "con esa tristeza normal que no debemos dejar que nadie nos la robe, porque es sana y normal. Cuando, por ejemplo, nos quedamos en paro o si se muere alguien querido. La depresión es otra cosa. Es una enfermedad que durante el tiempo que dura te cambia por completo, te convierte en otra persona".
Y lo que yo digo es: Si mi mejor amigo, teniendo todas las corazas puestas, se le encendió la luz de alarma .¿porque se pregunta? ¿Qué hubiera ocurrido en el caso de no haber encontrado un nuevo empleo?¿quizá una depresión? ¿Es medible bajo el sentido etimológico de la resiliencia?
Rojas marcos, dice que la tristeza es una cosa y la depresión otra , pero mi amigo sigue preguntándose si el puente está conectado.
O quizá, ese puente solo está conectado en la adorada y ahora repudiada sociedad del bienestar.
¿Tienen? más depresión, quienes tienen que vivir diariamente con un euro y se les van sus hijos y sus seres queridos en una nube de verano? ,o tendrán los soldados de Irak el apoyo de su grupo de amigos cuando desciendan del mano miltari para aguantar el impacto.
Complicado muy complicado, para resumirlo en esa absurda(a mi juicio) palabreja(con perdón).
No creo, que en el próximo funeral a la hora de los potes, se me ocurra comentar ,que el que estaba más dolido, ha demostrado un gran resiliencia.
Ví la exposición de Balenciaga, incluso me explicaron lo que es la manga ranglan, pero mi ortopédica cabeza sigue sin entender cómo se puede poner en el museo en grandísimas letras que entre Balenciaga y Picasso existe un paralelismo.
Independientemente, de toros si o toros no, la exposición es Guena. Guena. Guena.
Aunque, no me hagáis mucho caso, porque yo soy un poco raro,raro,raro
y, a ver, si se moja la peña ¡Que aquí solo curramos cuatro en agosto.
¡Ba dator!gure Mari jaia

Mikel Azkorra Larrondo dijo...

Parece que últimamente todo me lleva a este tema; la palabra resilencia es perfecta para ser el compendio de lo que en estos días me rodea.
Hace dos años alguien me dijo tras conocer que me acaban de robar unas oposiciones, que seguramente al final me vendría bien (creí que se trataba de un simple y poco elaborado intento de animarme). Ahora creo que sin saberlo se refería a ese concepto, porque algo me conoce, en cuanto a mi capacidad de superación y asimiliación de las vicisitudes que se me presentan.
A partir de hoy sé cuál es la palabra en la que debo pensar cuando alguna contrariedad se me cruce en el camino.
Besos y abrazos a repartir.

Io dijo...

El profesor Rojas Marcos, hombre de solvencia reconocida en lo suyo, tiene una web www.luisrojasmarcos.com , a través de la cual se puede contactar con él.

Es bueno, me parece a mí, saberlo cuando uno se halla inmerso en un estado de cambio profundo, trata de alcanzar sus nuevos equilibrios, no sólo siente intensamente que su vida ya discurre de otro modo, a otro ritmo, si no que razona y acepta que algunas experiencias ajenas le pueden ayudar positivamente en su situación.

Y es bueno que el profesor Rojas Marcos tenga abierta esa vía de comunicación con quienes valoran sus saberes.

El libro al que te refieres, Sonia, tiene una frase contundente ya, tras el índice, previa al primer capítulo. Y dice:
"La vida consiste en sobrevivir una serie de pruebas, comenzando por el mismo nacimiento", Robert F. Lifton
The broken connection, 1979.

Es una obviedad, pero ello no le resta validez.

Leo ese libro pausadamente, esta en mi mesita de noche. Lo leo y contemplo una foto muy especial en mi vida, adosada en la pared frente a la cabecera de mi cama, una foto preciosa que acompaña mis horas, sus esperanzas y sus momentos de tristeza.

Tu resumen es muy bueno, Sonia, muy bueno.

Leo el libro desordenadamente, con muchas vueltas atrás.
Me paro en algunas frases más que en otras. Por ejemplo, "No cabe duda de que las vidas humanas discurren pocas veces como se espera. hay infortunios tan imprevistos como inmerecidos que conmocionan fuertemente nuestra seguridad, ponen a prueba nuestro equilibrio biológico y amenazan de manera peligrosa nuestra supervivencia."

Nos cuenta Rojas Marcos que esos pilares podemos fortalecerlos y estoy de acuerdo con él, porque como dice George Vaillant, investigador destacado sobre el envejecimiento humano,"la resiliencia humana y los mecanismos naturales de defensa del cuerpo y de la mente nos proveen de terapias mucho más eficaces que el mejor médico o la mejor farmacia."

Confío muy mucho en que esos seis pilares citados son ya bien firmes para ti también, porque si algo es la vida, es incertidumbre y si de algo hemos de alejarnos todos para superar la adversidad, es del pánico, del aturdimiento, de la depresión y del estancamiento.

Un beso, Sonia.