No es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario.(Marcus Fabis Quintiliano)

¿qué fue de...

| 26.2.10

"Marco es ungayen San Francisco, un negro en Africa del Sur, un asiático en Europa,un chicano en San Ysidro,un anarquista en España,un Palestino en Israel,/.../una mujer sola en el Metro a las 10 P.M,un campesino sin tierra,un miembro de una banda en los barrios bajos /.../".Y al mismo tiempo el propio Marcos escribe en un tono poético y tan personal, que es completa e inequivocamente, el subcomandante, un gestor de la voluntad de los consejos.

Slavoj Zizek.La revolución blanda.

7 comentarios:

Io dijo...

La revolución interior. No sé si es blanda o dura, pero me parece la más consistente a la larga porque no dura sólo la vida de quien la asume, va más allá cuando su ejemplo inspira a otros y les contagia sobre su imperiosa necesidad.

Recuerdo una frase amarga leída en mi adolescencia:
"El hombre no es más que un par de manos sucias, pero una no puede lavarse bien sin ayuda de la otra."

Y hoy es Simone Veil la encarnación de ese par de manos sucias y de la revolución interior desde el horror vivido en los campos de concentración nazis, que no son, por cierto, los únicos campos que han perseguido la destrucción de la conciencia, del sentido de humanidad de los recluidos, también lo han hecho los campos del nazismo rojo, los del gulag. ¡Qué pena que el rojo y el negro hayn sido también los dos colores bandera de un mismo horror, en el fondo!

Pienso en Stendhal, el Henri Beyle de la vida civil, pero no compensa, Sonia, no compensa.

http://www.lemonde.fr/societe/article/2010/03/18/simone-veil-les-combats-d-une-immortelle_1320902_3224.html

Io dijo...

Andabas tú rondando los 15 años, ¡qué delicia de edad para Sonia!, cuando Konrad Lorenz publicó "LOS OCHO PECADOS MORTALES DE LA HUMANIDAD CIVILIZADA" Primera Edición: 1973.

Los enumeró así:


I. Sobrepoblación

II. Desertización del espacio vital

III. La competencia contra uno mismo.

IV. El congelamiento de las sensaciones

V. El deterioro genético

VI. Demolición de la Tradición

VII – Adoctrinabilidad

VIII – Las armas nucleares

A algunos les parece hoy que leer esa obra confirma sobre la clarividencia del sabio que fue Kpnrad Lorentz. Sin embargo, el laureado Nobel de Medicina de 19 ya hizo constar en su prólogo de
1972 que "...al releer mis palabras me han llamado la atención varias expresiones que ya eran un tanto exageradas en su momento y que hoy ya no son ciertas. Así, por ejemplo, se dice que la ecología es una ciencia cuya importancia no resulta suficientemente reconocida. Esto es algo que realmente ya no se puede afirmar hoy, puesto que nuestro “Grupo Ecológico” bávaro encuentra afortunadamente buena recepción y comprensión ante las instancias responsables. Los peligros de una sobrepoblación y de la ideología del crecimiento están siendo correctamente apreciadas por un número creciente de personas razonables y responsables. Contra la desertización del espacio vital en todas partes se están tomando medidas que, si bien no son por lejos suficientes, despiertan no obstante la esperanza de que pronto lo sean.
..."

Me gusta destacar otros párrafos suyos además, de su muy interesante "Prólogo optimista". Son los siguientes:
"...Por último, quisiera hacer un pequeño agregado correctivo a la cuestión de la enemistad entre las generaciones. Los jóvenes actuales tienen los oídos abiertos a las verdades biológicas básicas, siempre y cuando no estén políticamente enardecidos, o no les resulte en absoluto imposible creer en cualquier cosa que provenga de una persona mayor. Es totalmente posible convencer a jóvenes revolucionarios de la verdad de los expuesto en el Capítulo VII de este pequeño libro.

Sería presuntuoso creer que no es posible hacerle comprender a otros seres humanos aquello que uno mismo sabe con seguridad. Todo lo que está en este libro es mucho más fácil de entender que, por ejemplo, el cálculo integral y diferencial que todo estudiante de cursos superiores debe aprender. Todo peligro pierde mucho de su amenaza cuando se han descubierto sus causas. Por ello creo y espero que este pequeño libro puede hacer un aporte a la reducción de los peligros que amenazan a la humanidad."

Y me paro un momento en lo de la enemistad entre generaciones. Konrad nos alertó sobre lo negativo del enardecimiento político de la juventud en relación con la asimilación de las verdades biológicas básicas. Y encuentro especialmente oportuno el destacarlo, aquí y ahora, donde una parte de la sociedad trata de enardecer a la juventud con aspiraciones políticas tan combativas como desquiciantes, hasta convertirles en "los chicos de la gasolina" a los que se quema en el ara del sacrificio tribal o se les proyecta hacia la postración carcelaria después de sus correrías.

El interesante comienzo de tu entrada, Sonia, bien puede ser un punto de partida para planteárselo serenamente en relación con el propio nicho ecolo-sociológico en que cada uno estamos instalados. O así me lo parece.
Y Konrad Lorenz, sus escritos, sus reflexiones y su capacidad de revisión de sus propias exageraciones, bien pudiera ser un camino para acercarnos a la paz interior de cada cual, necesaria para alcanzar la paz colectiva, aunque no sea condición suficiente para la misma.


Fuentes:

http://medymel.blogspot.com/
(entrada del 6 de abril de 2010)


http://laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Lorenz/Lorenz_OchoPecadosMortales.htm

Io dijo...

Dejé sin completar la fecha de concesión del Nobel.
Fue en 1973 cuando Lorenz recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina conjuntamente con Nikolaas Tinbergen y Karl von Frisch por sus trabajos en el campo de la etología.

sonia dijo...

En cambio las juventudes del PP entran en política y no acaban en la cárcel, sino en despachos, consejerías,y gruposde poder.
Es la diferencia que Lorenz no llegó a ver.
No es cuestión de juventud, ni de pecados, se trata de economía de `pder y de quién accede y lo mantiene y através de qué medios.
No todos los jovenes son iguales, ni los partidos, ni los pecados ni las clases.

Para mi forma de ver es tan terrorífico manifestar el descontento tirando gasolina que mantener una desigualdad yendo a reuniones del PP con 17 años.

Io dijo...

Querida Sonia, tiempo al tiempo y veremos, confío, cuántos de nuestros conciudadanos comparten tu visión sobre dos actitudes que para mí no son comparables en absoluto:
a) la de los "chicos de la gasolina" que consideras un terrorífico modo de manifestar el descontento.

b) la de la asistencia a reuniones políticas a los 17 años en partidos que ni promueven sus ideas a través de la violencia, ni reniegan del marco constitucional de que disponemos. Tú verás en qué sea terrorífica esa actitud, a mí no se me alcanza.
Que su descontento les lleve a propugnar cambios en el ordenamiento jurídico vigente y no para mantener desigualdades, más bien al contrario, para corregirlas, me parece sano y básico para afianzar el régimen democrático.

Es cierto que has focalizado tu respuesta, en este punto, sobre un partido político, el PP, mientras que yo generalizo y lo extiendo a todos los partidos que están dentro del sistema jurídico, lealmente.

La realidad de cada grupo político se evidencia con sus actuaciones, me parece a mí. Ninguno me necesita como defensor de lo que hace, tampoco el PP, como es obvio.

Un beso.

sonia dijo...

Los chicos de 17 años, que están de acuerdo con la guerra de Irak promueven la violencia, con toda la cobertura jurídico-política que tu quieras,con todas las cataduras "morales" que quieras, con todo el poder y el respaldo legal que tu quieras, pero promueven la violencia, la muerte y la desesperación.
Y eso ,para mí, es muchísimo peor que quemar un cajero.
Muchísimo peor.

balen dijo...

Lo que sí me creo con el derecho a EXIGIR es que el sabotaje a un contenedor o a un cajero automático tenga la misma pena para un utrerano en Utrera que para un baracaldés (o zamorano) en Barakaldo. Y de ahí espero no tener que bajarme nunca.
Abrazos.